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jueves, 2 de febrero de 2012

LA VIDA DESPUÉS

Como dije un par de entradas más abajo, La vida después me estaba gustando mucho mientras lo leía y muy malo debería ser el final para cambiar de opinión. Y como esperaba, el final me ha gustado tanto como el resto de la novela, muy en la línea de Marta Rivera de la Cruz y de todas sus novelas.



Seis  mujeres viven en torno a un hombre: Victoria, su amiga del alma; Marga, su compañera; Chloe, la madre de su hija; Solange, la hija, su suegra y su madre. La desaparición de Jan y el encargo a Victoria de que ponga orden entre sus mujeres ocasiona un verdadero cataclismo emocional. Relaciones difíciles, amistades imposibles, complicidades inimaginables surgen de estos encuentros inesperados que darán lugar a un nuevo mapa afectivo para cada una de ellas. 


Marta Rivera de la Cruz, la novelista de la vida menuda, vuelve a alumbrarnos la familia, los amigos, las envidias, los celos, las confusiones y las malas interpretaciones de la vida cotidiana, la vida sin estridencia pero una vida sentida, con dolor, soledad, dificultades comunes y afectos. Una novela sobre el malentendido de las relaciones entre hombres y mujeres vistas, interpretadas, desde la retina de una mujer. 



Jan ha muerto repentinamente. Victoria vuela desde Nueva York con Herder, su impecable marido y candidato a senador, para asistir al funeral. Marga, su viuda, no sabe muy bien cómo ni dónde ubicarse. Solange, en plena adolescencia, ha perdido a su "casi" único progenitor, ya que su madre, una francesa sin instinto maternal, nunca se ha responsabilizado de ella. En medio del caos que supone la pérdida de un ser muy querido, y del dolor y la confusión que eso provoca, Victoria descubre que la última voluntad de Jan (secreta, eso sí) es que ella se encargue de que su familia no salte por los aires. Y para eso, Victoria debe quedarse en Madrid...

La llegada de la madre de Marga no hace sino complicar más las relaciones entre las tres mujeres que comparten techo: Marga, Solange y Victoria. Y entonces, el abogado de la familia, le anuncia a la viuda que la situación económica en la que se quedan es realmente delicada y va a ser difícil salir de ahí...

El descubrimiento de una película antigua que compró Jan antes de morir lo cambia todo: cae en sus manos un film inédito muy importante. La venta de esa película supone una fortuna y saca a la reducida familia de Jan de la ruina en la que se veían. Pero Marga, que es un alma buena y solidaria, no se queda tranquila con tanto dinero, y tras un rastreo, decide regalarse a si misma , a su madre, a Victoria y a Solange un viaje a Londres para ir en busca del legítimo propietario de la película

Sietes días en Inglaterra que seran cruciales para el futuro de todas.

Mientras suceden todas esas cosas, en todo momento continúan las descripciones y explicaciones de la vida y los sentimientos de Victoria, que es la principal protagonista. Como secundaria quedaría Marga y Jan es el eterno desaparecido pero siempre presente. La autora enfoca el dolor de la pérdida desde los puntos de vista de distintas personas y relaciones; para después ir retrocediendo en el tiempo y poner al lector al corriente de las cosas que parecen pero nunca son, como que Victoria está atrapada en un matrimonio completamente infeliz, Marga no es tan tonta como todos creen y Jan tenía secretos que nadie, ni la propia Victoria, conocía.

Los saltos del pasado al presente son constantes pero en absoluto confusos, está todo perfectamente calculado para ir y volver del pasado. Las descripciones de los personajes y sus personalidades son tan precisas que con poca información uno se hace una idea bastante aproximada de cómo son y el papel que van a representar en la novela, lo que aporta esa pequeña dosis de seguridad de que la lectura va a ser clara.

Además, el caso de la película conduce a otra historia ajena a las mujeres, totalmente inesperada para el lector. Diría que el libro se compone de dos historias: la que ocurre en Madrid y la que se conoce en Londres, mucho más cortita esta última pero que provoca auténticos deseos de seguir leyendo.

Es una novela maravillosa sobre las relaciones, la pérdida, la superación, el amor, la familia, los secretos y las nuevas oportunidades. Me ha gustado muchísimo, he estado enganchada de la primera a la última página y una vez más, me quito el sombrero ante Marta.



LA VIDA DESPUÉS
-Marta Rivera de la Cruz-
Editorial Planeta, año 2011
PVP. 20,90€



Web de la novela: La vida después.

Para leer el primer capítulo de la novela.




martes, 31 de enero de 2012

Lecturas que ilusionan

Admiro a los escritores por dos motivos. Uno, por su capacidad de expresión; y dos, por su valor para publicar esa expresión y exponerse a la crítica más feroz: los lectores. 

Hay escritores que me han gustado mucho y allá que he ido, a devorar todo lo que hubiesen publicado. Eso me ha traído dos cosas: la decepción de ver como hay quien empieza muy bien y de pronto comienza a aburrirme; o la fascinación de ver como hay quien empieza de forma casi tímida y conforme avanza, va superándose y creando obras muy buenas e incluso imprescindibles para mi.

Y una de estas últimas personas es Marta Rivera de la Cruz. La "conocí" en el 2006, cuando publicó El tiempo entre prodigios, que leí la sinopsis en alguna web y me faltó tiempo para ir corriendo a la librería a comprarlo. Me cautivó desde la primera página, y sentí al terminar que Marta iba a ser una de esas escritoras que me iban a enganchar. Al año siguiente, publicó El inventor de historias, que no tengo argumento para explicar(me) por qué no lo he leído. Pero dos años después, llegó La importancia de las cosas, y una vez más me enamoré del la forma de escribir de Marta, de los personajes y de la historia. La vida después fue publicado el año pasado y el sábado lo empecé. 

¿Qué puedo decir? Esta chica tiene un don. Esa capacidad para escribir que tienen muchos, pero con esa magia que tienen tan pocos. Consigue que el lector sea parte del libro, que las letras, la vida que se cuenta, los personajes y sus situaciones se le metan a uno por los poros y formen parte de él. Voy por la mitad de la novela, pero ya puedo decir que me está encantando, y muy decepcionante debería ser el final para que cambie de opinión... Lo cual veo poco probable, todo hay que decir.


Marta Rivera de la Cruz
(Imágen: diariosigloxxi.com)