Vi este libro en el escaparate de una librería y la portada me llamó la atención. Yo siempre me paro en todas las librerías, al menos a mirar el escaparate, pero esa vez me quedé mirando la portada. Nada especial, una chica con la cara tapada por un libro en un prado verde. Pero el conjunto de colores me fascinó (momentos yo-mi-me-conmigo) y el título terminó de enamorarme: Una casa llena de palabras. Es como mínimo, poético...
Rose, Bean y Cordy son tres hermanas que prácticamente no tienen nada en común: Rose, la mayor, es la clásica hija responsable, siempre dispuesta a cumplir y a hacer todo lo que se espera de ella. Bean es la guapa de la familia, que se marchó a Nueva York sin mirar atrás y ningún sentimiento de apego hacia su casa, y Cordy, la pequeña, una cabeza loca que se pasa la vida dando tumbos por la carretera y cayendo donde el viento la deja.
<<Las hermanas Andreas crecieron rodeadas de libros. El lema de su familia podría perfectamente ser “no hay problema que no se pueda solucionar con un carné de biblioteca”.>>
Pero partiendo de la supuesta idea de que las cosas no ocurren por casualidad, la madre de las chicas anuncia que tiene cáncer de pecho y debe someterse a tratamiento, por lo que casi sin darse cuenta el clan entero se encuentra de nuevo bajo el mismo techo, con todos los roces que eso supone. Además, el padre de las chicas es un profesor universitario que ha dedicado su vida al estudio de las obras de Shakespeare, por lo que sus libros y la lectura en general siempre han estado muy presentes en su casa; tanto, que muchas veces se comunican entre ellos mediante frases de la obra del bardo, algo que le da un toque de humor a la situación.
La importancia de la historia se centra sobre todo en que las tres hermanas han vuelto a casa no solo por la enfermedad de su madre, sino por sus fracasos personales. Cada una, sin saber de las demás, van regresando con sus mochilas cargadas de piedras y la necesidad de vaciarlas para poder seguir adelante con sus vidas.
“Nos queremos mucho. Lo que pasa es que no nos caemos demasiado bien.”
El hecho de no tener una relación "ejemplar" entre hermanas, dificulta las cosas en un principio, y a medida que el libro avanza cada una va lidiando con sus fantasmas y el trío se va uniendo, de forma que se enfrentan a las situaciones solas y en familia.
Es un libro difícil de explicar sin caer en el spoiler. O al menos a mi, me cuesta mucho. Hasta aquí es lo que creo que más o menos puedo contar del libro sin destripar argumentos ni sucesos porque todos y cada uno de ellos van de la mano.
La novela se divide en capitulos y la narración es extraña: las hermanas se van alternando pero no por capítulos ¡sino por párrafos! Y es un poco liante saber quién es la que está narrando, cosa que se suele despejar porque siempre se hace mención a las otras dos y por lo tanto, queda bastante claro, pero hay momentos confusos en los que parece que la voz pertenece a una cuarta persona y en realidad no es así. Ese detalle de alternar por párrafos y sin previo aviso, es lo que no me ha gustado.
Otro detalle que más que no gustarme, me ha dado mucha pena, ha sido que no se ha ahondado todo lo que podría en la vida personal de cada hermana. Hay una historia concreta con mucho que contar (el libro tiene 336 páginas) y todo está más o menos bien explicado pero resumido. Me hubiese gustado que se dedicase más tiempo y páginas a cada hermana.
Ahora bien, la novela en sí, merece la pena. Siempre he dicho que las novelas en las que parece que no pasa nada o todo es muy lento, no me gustan nada. En esta, es todo así, pero me ha gustado mucho, porque está totalmente compuesta por sucesos cotidianos de distintos tipos de persona que forman una familia en una situación delicada y muy realista que podría pasarnos a todos, tanto por el cáncer como por los amores, desamores, trabajos y situaciones laborales, ilusiones y la búsqueda y descubrimiento de uno mismo.
Es una novela como yo no me la esperaba, que creía que sería más bien del estilo de La librería de las nuevas oportunidades, con un toque más novelizado y fantasioso. En cambio es algo totalmente humanizado, realista, contado desde la ternura, el dolor y la superación. He tardado en leerlo un poco más de lo esperado porque he tenido que hacer paradas reflexivas, cosa que en mi opinión, ya dice mucho.... Me ha transmitido mucha energía y sobre todo, un mensaje muy positivo: querer es poder.
UNA CASA LLENA DE PALABRAS
-Eleanor Brown-
Roca Editorial, año 2012
PVP. 19,00€
·Web de la autora (en inglés)