Y. es un asesino a sueldo con una
moral kantiana, como él mismo se define, y con una particularidad muy marcada:
es un hipocondríaco impresionante. Cada mañana está convencido de que ese día
va a ser el último de su vida pero no quiere morirse sin cumplir su último
trabajo: matar a Eduardo Blaisten.

La mayor parte de la novela
transcurre así: entre la hipocondría y la persecución de Blaisten. Por un lado,
el asesino, además de hipocondríaco, es una Wikipedia con patas. Tiene
conocimientos de todos y cada uno de los grandes escritores de la historia, y mayoría de ellos, si no eran
hipocondríacos, los pinta como extremadamente aprensivos, maniáticos y
propensos a enfermedades raras o mal diagnosticadas que por supuesto, él está
convencido de sufrir.
Al estar el libro narrado en
primera persona por el señor Y, se van alternando los capítulos: en uno habla
de cómo ha ido el intento de asesinato del día y de cómo persigue a su víctima;
y en el siguiente habla de uno de esos hombres, de manera que nos vamos
acercando a su personalidad e historial de enfermo.
El libro avanza tremendamente despacio, y poco a poco el asesino comienza a acercarse a su victima con
patéticos intento de asesinato con allanamiento de morada, persecuciones
kilométricas, visitas a la montaña, escuchas telefónicas absurdas… El desenlace, que no ocurre hasta
prácticamente el final del libro, es tan surrealista como el resto de la
historia, no hay por donde cogerlo, pero uno no puede evitar leer con la sonrisita de turno.
Ayer dijo Isi en su reseña que ella creía que esto iba a ser un no parar de reír, y ahí comparto su opinión. La verdad es que no ha sido
en absoluto lo que me esperaba, ni la lectura, ni el humor. A lo mejor para
alguien que tenga un humor negro, la novela es un puntazo, pero yo en ese
aspecto, no terminé de poder disfrutarlo del todo porque no es mi tipo de humor. Eso sí, algunos pasajes me han hecho mucha gracia, pero más por lo absurdo de la situación en ese momento que por un
lenguaje que de pie a la risa.
Como decía, el libro es muy
lento, y lo más práctico que le encuentro es la información biográfica sobre
esos escritores de los que habla (todos hombres, dicho sea…).
El lenguaje está trabajado, se
nota mucho que el autor sabe como usarlo y no es un novato con las letras. Es
una historia original, la verdad es que para escribir algo así hay que tener
imaginación y desde luego no tiene nada que ver con lo que estoy acostumbrada a
leer… Ha sido curioso el cambio, y estoy encantada de tener el libro, pero
también pienso que sin duda, habrá personas con un humor distinto al mío que lo
disfruten mucho más.
EL ASESINO HIPOCONDRÍACO
-Juan Jacinto Muñoz Rengel-
Plaza & Janes, año 2012
PVP. 16,90€
·Web oficial de El asesino hipocondríaco.
Reseñas de la lectura conjunta:
Reseña de Isi.
Mi reseña.
Reseña de Rachel
Reseña de Carmen
Reseña de Offuscatio
Reseña de Laky