Hoy he tenido que hacer rato hasta que llegase el tren, y no se me ocurría una forma mejor que entrando a una librería, que además tenía ganas de hojear unos álbumes ilustrados infantiles. La que me quedaba más cerca era Elkar, así he enfilado para allí.
Total que entre que he llegado y me he puesto a revolver, no tenía mucho más tiempo y no paraba de encontrar cuentos que me gustaban, y lo he dejado para no tener que correr luego a la estación. Pero no sé cómo, he visto El beso de la sirena (Andrea Camilleri), y digo que no sé cómo porque es un libro finísimo que estaba escondido entre una pila de libros de bolsillo en un estante, y claro... No lo iba a dejar ahí abandonado a su suerte...
Y cuando ya iba a pagarlo, he visto una estantería con varios cuadernos de Semikolon, una marca que me encanta... Y resulta que había unos cuadernos nuevos, o al menos que yo no había visto nunca, de la colección Vintage, con portadas históricas... Y una es débil, el cuaderno es precioso, de hoja lisa como me gusta, y... Pues...
Bueno, que casi pierdo el tren, pero El beso de la sirena y el cuaderno (el primero de la página 42, Archivio Storico Italiano, a juego con Camilleri...) están aquí conmigo, así que entre eso y alguna otra alegría, el mes se presenta muy bonito...
Mi piace settembre!!!
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Whoever you are, now I place my hand upon you, that you be my poem...
(Walt Whitman, 1855)