miércoles, 1 de mayo de 2013

HELEN NO PUEDE DORMIR

Siempre he dicho que me molestan los fanatismos. No puedo entenderlos, porque para mi lo importante es la obra, el autor no me interesa. Y si se da el caso de que me interese, busco información disponible, pero de ahí a considerarlo un dios, nunca. Tampoco creo que todos los libros que publica un autor sean buenos. Pueden serlo, sí; pero no porque salgan de sus manos quiere decir que tengan el éxito asegurado por su calidad.

Y explico todo esto porque Marian Keyes es una autora que rompe mi norma. Excepto Bajo el edredón, que es una recopilación de artículos que no acabé de disfrutar, y su libro de repostería (que no lo he leído), sus novelas me encantan. Todas y cada una de ellas, sin excepción.

Las hermanas Walsh son cinco irlandesas nacidas de la mano de Marian. Para sus fans, son una más en la familia, sobre todo porque cada una tiene su propio libro. Maggie, Rachel, Hanna, Claire y Helen se cuelan en la vida del lector, o más bien permiten que el lector se cuelen en sus vidas. Crisis existenciales, problemas de pareja, de familia, de relaciones, de trabajo acompañan a las hermanas de distinta manera y en diferentes momentos de su vida.

Hasta ahora todas tenían su propia historia, excepto Helen. La pequeña de los Walsh, la olvidada y de la que menos sabíamos nos abre las puertas de su vida, que lejos de ser la locura que uno espera por lo poco que se sabía de ella, es una pequeña ventana al infierno.

Helen es una cabeza loca. Extravagante, atrevida, bocazas y muy independiente. Después de haber pasado por mil empleos y vocaciones, se mantiene en el último: es investigadora privada. Pero la crisis ha tocado a Irlanda y las mujeres ya no pagan por descubrir si son o no son cornudas, por lo que sin ingresos, el banco embarga el piso a Helen, y tiene que volver con sus padres.

Y es que los señores Walsh son un tanto peculiares. Después de haber criado a cinco hijas, disfrutan subsistiendo a tartas y magdalenas sin preocuparse de mucho más. Por otro lado está Artie, el novio de Helen, que lleva en su mochila tres hijos y una ex mujer un tanto invasiva.

Pero lo más importante, lo que más le toca al lector, es el drama personal de Helen: la depresión. La protagonista está hundida en un abismo negro del que no consigue salir, con un pie tocando tierra y el otro suspendido en el vacío. Y entonces llega Jay, el ex novio de Helen, que ahora es representante de los Ladzz, cuatro hombres de mediana edad que en su juventud fueron ídolos musicales y ahora Jay los ha rescatado del olvido para dar unos conciertos que prometen ser épicos. ¿El problema? Wayne, uno de sus componentes, ha desaparecido. Y Helen debe encontrarlo urgentemente, porque sin Wayne no hay conciertos, y sin conciertos… 

El hecho de tener algo que hacer salva un poco a Helen, pero encontrar a Wayne no es tan fácil, porque parece que hay más bien poca gente dispuesta a colaborar. El tiempo corre en su contra, y así, entre situaciones absurdas y rocambolescas, Helen intenta avanzar tanto en la búsqueda como en su propio descenso al infierno.

<<Ahí quería llegar yo. Las personas enferman, unas se curan y otras no. No importa que la enfermedad sea cáncer o depresión. A veces los fármacos funcionan, y a veces no. A veces los fármacos funcionan un tiempo y luego dejan de funcionar. A veces las terapias alternativas funcionan y a veces no. Y a veces te preguntas si las interferencias externas no influyen lo más mínimo, si las enfermedades son como las tormentas, si han de seguir su curso y dependiendo de lo robusta que seas, vivirás.>>

De forma increíblemente dura y tierna a la vez, Marian Keyes nos adentra en un problema tan grave como es la depresión. Y lo hace muy bien, porque sabe de lo que habla: la autora ha reconocido públicamente ser depresiva y alcohólica rehabilitada.

Los libros de Marian brillan por su realismo. En todos pone una parte de si misma y en todos toca temas delicados, preocupantes, cotidianos. Cosas que nos pueden pasar a todos: divorcios, rupturas, adicciones, soledad, confusión, ganas de escapar, necesidad de regresar. Mil cosas pero siempre acompañadas de cosas buenas, como esos amigos incondicionales, las parejas que funcionan, la familia, las risas compartidas, sentirse a gusto con un empleo, una copa de vino, un ramo de flores, una caja de bombones.

Las dos caras de la moneda siempre pasean juntas en estos libros y con Helen es exactamente igual. Pero con la maravilla que supone que la autora cada vez se supera y este libro es un claro ejemplo de ello. Con Helen, como con sus hermanas, se ríe, se llora, se piensa. Uno siente ganas de patearle el culo o de darle un abrazo. 

Dicen que este es el mejor libro de Marian, pero yo no estoy de acuerdo. En lo que a mi respecta, sus obras magnas hasta el momento son ¿Hay alguien ahí fuera?, Un canalla encantador y La estrella más brillante. Pero para gustos los colores, y este libro lo recomiendo, sin duda. Porque la depresión es algo que todos deberíamos conocer, tanto por si nos toca a nosotros como a un ser querido.

Bravo, Marian.


HELEN NO PUEDE DORMIR
-Marian Keyes-
Plaza & Jane Editores, 2013
PVP. 19,90€





·Blog : Conociendo a Marian Keyes (en español)

·Trailer: Helen no puede dormir.