miércoles, 29 de febrero de 2012

Fragmento: Para siempre

(…) Resistencia a la oscuridad, oposición a la noche misteriosa que está en lo más profundo de cada uno de nosotros la oscuridad que, o antes o después, nos espera a todos.

Resulta fácil mantener a raya este espectro durante los días de primavera y verano. Cuando todo es luminoso. Pero cuando el sol se retira y la oscuridad desciende con sus dedos helados y esos dedos nos tocan, recordando nuestra fragilidad, todo se vuelve más difícil.  Somos delicadas esferas de cristal: basta un pequeño golpe para convertirnos en añicos. ¿Cuánto tiempo hace falta para que estos añicos vuelvan a ser una bella esfera iridiscente?

No el tiempo como nosotros lo definimos, porque ningún fragmento es capaz de volver a ser una forma completa. La luz es nuestra compañera, nuestra amiga, nuestro antídoto. Estaremos con ella hasta que, tímidamente, las tardes se vuelvan más claras, hasta que los pájaros rompan el silencio invernal y llenen el aire con sus cantos impregnados de disputas amorosas.


PARA SIEMPRE
-Susanna Tamaro-

martes, 28 de febrero de 2012

PARA SIEMPRE

Hay escritores que me gustan por cómo narran, por su agilidad, sus historias o su humor. A algunos, como Marian Keyes, comencé a seguirles por la gracia que me hicieron sus libros, por ser como paréntesis entre todas las cosas, sonrisas aseguradas. Otros, como Nicholas Sparks, por su romanticismo desprovisto de pegajosidad, o como Maeve Binchy por su ternura.

Susanna Tamaro en cambio me llegó por su profundidad. Creo que no soy capaz de mencionar más nombres que tengan su talento a la hora de crear historias increíblemente humanas, dolorosas pero sanas, ficticias pero realistas, rápidas en sucesos pero lentas en ritmo y con mensajes tan intensos. Me fascinó cuando leí Con el corazón en la mano, y con Luisito se ganó definitivamente mi respeto. Por eso, cuando hace poquito supe que publicaba un nuevo libro, me lancé a por él.

¿Existe el “para siempre”?», me preguntaste. Te abracé todavía más fuerte. «Sólo existe el “para siempre”», te respondí. Éste era el pacto de amor entre Nora y Matteo. Pero Nora ya no está, y quince años después de su desaparición Matteo vive recluido en el bosque, desde donde recuerda los interrogantes que han marcado su vida y que determinan también el destino de todo ser humano. 

Para siempre cuenta hasta qué punto un hombre puede perderse en la tristeza y cómo la fuerza regeneradora de la Naturaleza y el misterio de la existencia encerrado en las cosas más pequeñas lo pueden apaciguar y sanar. Una historia que, en palabras de la propia Susanna Tamaro, hará detenerse al lector y exclamar: «¡Sí, la vida puede ser mucho más!

En Para siempre, Matteo es un solitario que ha dejado todo atrás y vive recluido en una casita del bosque, lejos de cualquier pueblo o ciudad. Él solo se abastece y ha aprendido a vivir con lo estrictamente necesario. Por el bosque aparecen caminantes que a veces de paseo y a veces perdidos, terminan por pasar unas noches u unos días con él. Al vivir como vive, los visitantes tienden a pensar que Matteo es un sabio con la verdad universal y de ese modo comienzan las conversaciones que inevitablemente terminan en profundas preguntas existenciales.

De esta forma, Matteo nos lleva en un viaje de presente a pasado y vuelta a empezar, en el que siempre en primera persona y dirigiéndose a Nora, nos narra su vida de forma que poco a poco comprendemos cómo ha ido a parar a ese lugar.

La historia de Matteo y Nora es una historia de amor intensa entre dos personas que se quieren, y según mi opinión, han nacido para quererse. En el breve espacio de tiempo que comparten, su amor es tan claro que el lector puede empatizar totalmente con ellos y prácticamente, sentirles sentir. No hay nada excepcional: chico conoce chica, se enamoran y se casan.

Y entonces de forma inesperada, ocurre algo y Matteo se da cuenta de que ya no hay un Matteo y Nora, sino solo un Matteo.

¿Y qué hacer con el dolor? ¿Cómo asumir una pérdida? Nora se ha marchado, Matteo se ha quedado, ¿qué hacer con la ausencia? ¿Cómo y con qué va a llenar el hueco que ha dejado Nora, después de irse sin avisar?

El protagonista queda sumido en una confusión de la que no logra salir. Cuanto más desorientado está, menos hace por encontrarse y peores son sus acciones. Así, llevándose por delante su trabajo, sus relaciones y su propia vida, Matteo toca fondo y se da cuenta de que tiene que volver a la superficie.

En la historia asistimos no sólo a una relación de pareja, sino de padres, hijos, amigos, trabajo y la que uno sobrelleva con sus propios demonios y fantasmas. Los padres de Matteo en un papel secundario, los abuelos como figurantes de una vieja generación, las decisiones que uno toma en función de cómo ha sido su vida y lo que otras personas nos pueden enseñar y aportar son temas constantes en la caída y levantamiento del protagonista.

Es un libro triste, más triste de lo que yo esperaba, pero creo que la palabra que mejor lo describe es NECESARIO. Porque toca temas que todos y cada uno de nosotros vamos a tocar varias veces en nuestra vida: la pérdida, la ausencia, el dolor y el duelo. Con esas cuatro palabras tan tristes, Susanna Tamaro ha sabido dar forma a una historia en la que añade la quinta y sexta palabra que arreglan el conjunto: amor y superación.

Como dice la autora en la sinopsis, la vida puede ser mucho más.


PARA SIEMPRE
-Susanna Tamaro-
Seix Barral (Colección Biblioteca Formentor), año 2012
PVP. 17,00€



lunes, 27 de febrero de 2012

LA FÓRMULA PREFERIDA DEL PROFESOR

A finales de enero, me recomendaron La fórmula preferida del profesor. La verdad es que en ese momento no me convenció mucho, más que nada porque al preguntar de qué iba el libro, la respuesta fue “Pueeeees… es un libro que habla de un profesor de matemáticas… Y sus alumnos de clase…”Yo solo pude pensar: “Argumentazo…”

En fin, el caso es que a los tres días, Isi propuso en su blog la lectura conjunta del libro y entonces tuve oportunidad de leer la sinopsis.

«Una historia de amor, amistad y transmisión del saber…


Auténtico fenómeno social en Japón (un millón de ejemplares vendidos en dos meses, y otro millón en formato de bolsillo, película, cómic y CD) que ha desatado un inusitado interés por las matemáticas, este novela de Yoko Ogawa la catapultó definitivamente a la fama internacional en 2004. En ella se nos cuenta delicadamente la historia de una madre soltera que entra a trabajar como asistenta en casa de un viejo y huraño profesor de matemáticas que perdió en un accidente de coche la memoria (mejor dicho, la autonomía de su memoria, que sólo le dura 80 minutos). Apasionado por los números, el profesor se irá encariñando con la asistenta y su hijo de 10 años, al que bautiza «Root» («Raíz Cuadrada» en inglés) y con quien comparte la pasión por el béisbol, hasta que se fragua entre ellos una verdadera historia de amor, amistad y transmisión del saber, no sólo matemático…Como dice en su postfacio el profesor León González Sotos, «asistimos al emocionado ajetreo, de venerable filiación platónica, entre la anónima doméstica, el también —¿innombrable?— Profesor y el pupilo Root. Entre idas y venidas, tareas caseras y cuidados piadosos a su muy especial cliente, éste va desvelando las arcanas relaciones numéricas que los datos cotidianos más anodinos pueden encerrar.»”


¡Eso es otra cosa! Así que me apunté sin pensarlo...

Para empezar, el libro no habla exclusivamente de matemáticas como uno puede llegar a pensar, no. El libro habla a través de las matemáticas. La historia sencillamente se sostiene sobre una base de números y fórmulas que uno seguramente nunca se ha planteado y las va asimilando con sorprendente tranquilidad.

En ningún momento se dan nombres. El profesor es un hombre cuya memoria sufre una triste transformación después de un accidente de coche: se detiene en ese mismo día, y a partir de ahí sólo le regresa una vez al día y durante un periodo de 80 minutos.

Es un hombre claramente inteligente, y por su mente numérica, muy práctico: para ayudarse a recordar las cosas importantes, las apunta en papelitos que se cuelga de su americana. Pero precisamente por esa y otras manías difíciles de llevar, al profesor no le dura ninguna de las asistentas que su cuñada (viuda de su hermano) se afana en contratar.
Así es como llega a la vida la coprotagonista del libro, una joven madre soltera que se dedica a la limpieza y servicio doméstico porque es lo único que ha aprendido a hacer.

Rápidamente empatiza con el profesor y aprende a tratarle. Se adapta a su rutina y se acostumbra a responder todos los días sus preguntas, siempre las mismas, y siempre relacionadas con los números (¿Qué día naciste? ¿Qué número calzas?) para así sacar una fórmula tras otra. La joven emprende fascinada un viaje a través de las matemáticas de la mano de un hombre del que ya nadie esperaba nada.

Y así, al poco tiempo, el profesor descubre que su asistenta tiene un hijo. Obsesionado con que los niños no pueden estar solos ni lejos de su madre, “obliga” a la joven a hacer ir al niño a su casa después del cole. Para su sorpresa, el profesor recibe efusivamente al niño, a quien colma de cariño, atención y dedicación.

Así, madre e hijo disfrutan tanto de los momentos de lucidez del profesor como de su ayuda y enseñanzas cuando no recuerda nada. El lector asiste a la lenta formación de lo que podría ser una nueva familia; para madre e hijo porque no tienen en el mundo más compañía que la propia, y para el profesor porque a pesar de no tener memoria, siente; y además su cuñada prohíbe expresamente que le molesten con nada relacionado con el profesor y la vida en su casita.


Como digo, las matemáticas están constantemente presentes. A través de deberes de Root, el hijo de la asistenta, de problemas que el propio profesor expone y luego explica, de operaciones que la chica se empeña en solucionar sola empujada por su propia curiosidad…

También se aportan muchos datos fascinantes, por ejemplo cálculos sobre probabilidades de resultados según los movimientos de los jugadores en los partidos de beisbol, otra cosa inmensamente presente en la novela.
Lo que más me ha gustado es la sencillez de la novela, la fluidez de la narración, la ternura que derrocha y sobre todo que es una historia que habla relaciones, además de aportar conocimientos que nunca está de más tener.

Lo que no me ha gustado es como en algunos momentos, la autora se lía mucho con las explicaciones matemáticas. Yo personalmente, odio los números; eran mi asignatura temida en el colegio y nunca me han gustado nada. Me resultan inmensamente aburridos, y los momentos de extensión teórica sí me han llegado a resultar bastante tediosos.

Quitando ese detalle que es una cuestión muy personal, me ha parecido un libro estupendo, que sin duda recomiendo y estoy muy contenta de haber leído.



LA FÓRMULA PREFERIDA DEL PROFESOR
-Yoko Ogawa-
Editorial Funambulista, año 2008
PVP. 13,95€

“Le pasé la nota más importante: <<Mi memoria sólo dura 80 minutos>>. El profesor copió la frase en un papel nuevo.
         -Mi memoria sólo dura 80 minutos.
Lo leyó en voz tan baja que sólo el mismo pudo oírlo.”



¡Gracias Isi!


sábado, 25 de febrero de 2012

CUANDO DIOS ERA UN CONEJO

Como dije, hacía mucho que quería leer Cuando Dios era un conejo, pero nunca había leído la sinopsis. No tenía ni idea de qué tema trataba, y lo cierto es que tampoco me importaba: yo sabía que tenía que leer ese libro y que tarde o temprano lo haría. Fue más tarde que temprano, pero por fin lo he hecho.

El mundo de la joven Elly lo conforman sus cariñosos pero sumamente distraídos padres; su mejor amiga, que huele a patatas fritas y conoce palabras exóticas como «blasfemia»; su tía actriz, que le brinda consejos para destacar en las representaciones escolares, y entre otros personajes variopintos, un conejo que se llama "Dios". Pero en la infancia de Elly, la única constante es su hermano Joe. 
Veinte años más tarde, Elly y Joe siguen tan unidos como siempre… hasta que una soleada mañana un suceso inolvidable y aterrador amenaza con destruir para siempre el vínculo que los une. 
"Cuando Dios era un conejo" nos transporta, a lo largo de cuatro décadas, desde las afueras de Essex a la costa de Cornualles y las calles de Nueva York. Una novela sobre la infancia, la excentricidad, la fuerza de los lazos familiares, las pérdidas y la vida. Pero, sobre todo, es una novela acerca del amor en todas sus formas.



Contar cómo es Cuando Dios era un conejo creo que es hasta dificil. La protagonista principal y en torno a quien ocurre todo es Elly, una niña que yo califico como muy viva. Desde pequeña aprende que a veces ocurren cosas que no deberían haber ocurrido y que las personas no se portan entre ellas todo lo bien que deberían. En la Navidad en la que Elly tiene cuatro años, sus padres le regalan un conejo, al que llama Dios.

Elly se apoya en Joe, su hermano mayor, que además de compartir con la niña el espíritu vivo, tiene un despertar sexual bastante precoz, y desde el principio queda clara su homosexualidad con una naturalidad increíble, un tema que va a ser bastante constante en la novela. Joe es claramente el protector de su hermana, por la que siente auténtica adoración y la trata como a una igual, no como a una niña casi cinco años menor que es.

Por otro lado, está Jenny Penny, la mejor amiga de Elly. Jenny es una niña muy especial pero desgraciada. Hija de madre soltera que se pasa la vida dando tumbos, saliendo con mil hombres distintos y sin preocuparse en absoluto de su hija, y para colmo es propensa a relacionarse con hombres violentos y al alcohol. Jenny se refugia en su amistad con Elly e intenta formar parte de la familia de su amiga. Cree fervientemente que la Atlántida existe y que ella y Elly lo encontrarán y serán felices para siempre viviendo en ese lugar.

Pero entonces los padres de Elly deciden mudarse a Cornualles, donde compran un caserón en el bosque y lo convierten en una especie de casita rural. Joe, que acaba de pasar por su primera ruptura amorosa, se muestra dispuesto a marcharse, pero Elly se ve ante la situación de decir a su única y desgraciada amiga que se marchan. 

Una vez allí, cada uno de los miembros de la familia, con sus traumas, sus problemas, sus miedos y sus alegrías comienzan una nueva vida individual y familiar. Asistimos al proceso de cambio por parte de dos adultos que a su vez son una pareja, y por parte de dos menores, una niña y un adolescente. Entra en juego también Nancy, la tía de los niños, una actriz lesbiana eternamente enamorada de su cuñada y con una estrechísima relación con su familia. De nuevo, somos testigos de una homosexualidad absolutamente natural pero en este caso en una mujer adulta.

Llega na primera Navidad en Cornualles y con ella, la visita de Jenny Penny. La familia recuerda esas fechas como las fiestas más memorables que hayan pasado en Cornualles, precisamente por la ilusión de la visitante. Pero después se acaba la magia, el novio de su madre va a recogerla y todo vuelve a la realidad. Un año después, Elly telefonea a Jenny para felicitarle la Navidad, pero esta le susurra que no puede hablar, que su madre y ella deben huir y que cuando se instale, se pondrá en contacto.

Pero ese contacto nunca llegó.

A partir de aquí llegan personajes secundarios que se unen a la familia formando parte de ella y del libro, personas sin las cuales la novela sería igual de valida pero que sin duda, embellecen mucho la historia y se convierten en un soporte y un soplo de aire fresco.

Como dice la sinopsis, un suceso terrible cambia el curso de la historia. Pero debo decir que no es hasta el final cuando eso ocurre, cuando Elly ya es adulta y su hermano vive en Nueva York, que se convierte en escenario de sus mejores y peores momentos. Aunque tal vez para muchos el giro de la historia es previsible o fácil de imaginar, a mi ni se me pasó por la cabeza que fuese eso lo que iba a suceder.

Soy consciente de que tal y como estoy contando el libro, parece que no pasa nada. ¿Y cómo explicarme? Es la historia de una niña y su gente en la que se habla de forma tan maravillosa del día a día y los problemas que van surgiendo, que da la impresión de que no hay una sinopsis clara y sin embargo, hay un millón de sucesos.

Asistimos a la transformación de los cuatro miembros de la familia, dejando a los padres en un segundo plano, pero presentes. Al paso de la infancia a la edad adulta tanto de Elly como de Joe, vemos como sus traumas o impactos en la infancia luego forman obstaculos en su etapa adulta

Se tocan temas como el abuso, la inocencia, la sexualidad, los miedos, las ilusiones, la esperanza, la vida que a veces dejamos atrás para comenzar una nueva, la infancia, la adolescencia, la madurez, la vejez, los recuerdos, del retorno, del amor en todos sus conceptos, de la amistad, el perdón, de la desgracia que a veces impacta de lleno sobre una familia y de la superación de la misma.


Realmente esta reseña me resulta pobre y confusa, ¿pero con qué palabras explico un libro que he leído y me ha encantado sin haber leído siquiera la sinopsis hasta ahora mismo? ¿Cómo explico que un libro de 384 páginas habla sencillamente de la vida?

Respecto al ritmo de la narración, es igual que su historia: sencillo, cercano, ágil. Narrado en primera persona por Elly, con frases y párrafos preciosos, sus líneas me han parecido casi poéticas. La primera mitad del libro se lee del tirón. Al principio de la segunda mitad, me sentí confusa y un poco perdida, no entendía por dónde iban los tiros, pero al final se aclara. Por cómo está escrito, se deja mucho lugar a la imaginación del lector, dando pie a que cada uno saque sus propias conclusiones.

Sencillamente magnífico.



CUANDO DIOS ERA UN CONEJO
-Sarah Winman-
Ediciones B, año 2011
PVP. 16,00€

"-¿Crees que un conejo podría ser Dios? -le pregunté a Arthur distraidamente.
-No existe absolutamente ninguna razón por la que un conejo no pueda ser Dios."



viernes, 24 de febrero de 2012

Sorteo Libros que hay que leer

Para celebrar el segundo aniversario del blog Libros que hay que leer, Laky sortea tres libros para tres ganadores: La tienda de los paraguas (Elin Hilderbrand), El mensaje que llegó de una botella (Jussi Adler-Olsen) y La residencia de estudiantes (Yoko Ogawa).

Para participar no tenéis más que pasaros por su blog y darle un repaso a las bases... ¡¡Mucha suerte a todos!!


¡Muchas gracias, Laky!


miércoles, 22 de febrero de 2012

Quiero, quiero, quiero...

¿Sabes cuando quieres un libro con toda tu alma? De esos que dices LO QUIERO a gritos, y no estás dispuesto a esperar mucho para leerlo...

Pues me ha pasado. Vale, soy muy caprichosa y con los libros tengo que controlarme, pero LO QUIERO. Me he enamorado y lo quiero. Bueno en realidad me he enamorado de dos, pero el anterior se publicó hace poquito y el otro ha llegado esta semana a las librerías...

El primer QUIERO es Desayuno en familia, de Roger Rossenblat: 


El autor de esta formidable memoria describe cómo a través de la rutina consiguió superar la muerte repentina de su hija a los 38 años. Él y su mujer decidieron recuperar su rol de padres e irse a vivir con sus tres nietos –Jessica, de siete años, Sammy, de cinco, y Bubbies, de veinte meses– y su yerno Harris. Admirado por la fortaleza de este, y por la tenacidad y habilidad de su mujer, Ginny, Roger cumple con su principal tarea: convertir el desayuno con sus nietos en el momento más íntimo e instructivo del día.
El día en que murió Amy, Harris les dijo a Ginny y Roger: «Es imposible». El relato de Roger explica lo que hace una familia para convertir en posible lo imposible.


El segundo QUIERO es La sonrisa de las mujeres, de Nicolas Barreau, y aunque lo tengo en La Lista de enero, aun es un pendiente así que debería estar con todos los de La Lista de febrero...  

martes, 21 de febrero de 2012

GUÍA DEL AUTOESTOPISTA GALÁCTICO

Hace poco la maravillosa dueña de este magnífico blog me envío un epub por mail diciéndome que lo había visto y no había podido evitar mandármelo. Fue todo un acierto. Para los que nos gusta la ciencia ficción este libro es una auténtica biblia ya que contiene la referencia más friki jamás citada, el sentido de la vida, el universo y todo lo demás. Pero nunca lo había leído. Así que me lo leí en lo que se tarda en ir y volver de Barcelona a Bilbao.

Me ha encantado. Es absurdo, socarrón, burlón, ágil de leer y muy muy divertido. Bueno, si te gusta este tipo de humor, claro. Que el humor inglés es muy peculiar. Lo de la ciencia ficción es más bien una excusa para reírse sobre el sentido de la vida y de las preocupaciones que tenemos de dónde venimos y a dónde vamos y atacar sin piedad al poder y a los que lo sustentan. No deja de burlarse en todo libro de esa necesidad que tenemos las personas de sentirnos el ombligo del universo. "La Tierra: inofensivo", es lo único que dice sobre nuestro planeta la guía más importante sobre el universo.

Con un puñado de personajes y muchas referencias a recónditos lugares del universo se construye una historia la mar de divertida que tiene un final acorde al libro: chocante pero sutil. Se mueve entre la ciencia-ficción, la acción, la filosofía y la crítica mordaz para seguirle la pista al último humano del universo, un hombre que iba a perder su casa porque iban a hacer una circunvalación y terminó sin planeta porque tenían que construir una autopista intergaláctica.


GUÍA DEL AUTOESTOPISTA GALÁCTICO 
- Douglas Adams -
Anagrama, 2008 (Edición), 1979 (Libro)
PVP 8.90€

lunes, 20 de febrero de 2012

EL CAFÉ DE LOS CORAZONES ROTOS

El viernes me pasé por la librería a por un encargo y ya que estaba allí, me puse a mirar (como si no tuviese bastantes libros para leer...). Tenía en las manos dos libros de Maeve Binchy, una autora que me encanta, otro de Andrea Camilleri y alguno más, cuando me fijé en la portada de El café de los corazones rotos. Y sencillamente, se vino conmigo a casa.

El día que Dell descubre que su marido, Chase, le es infiel, recibe una llamada del sheriff anunciándole que acaba de quedarse viuda. Sin poder creerlo, va a identificar el cuerpo y efectivamente es Chase el ocupante de la camilla, que se ha muerto dejándola sin respuestas. Pero las explicaciones no es lo único que se ha llevado: el banco anuncia a Dell que su situación económica es precaria y con un futuro más bien pesimista, así que algo tiene que hacer.



- Hay dos cosas en la vida de las que un hombre nunca se harta – me decía mi madre -: Un buen plato de comida y un buen abrazo.
Y con lo del abrazo se refería al sexo, claro.


Y entonces alguien le sugiere que para ganarse la vida, haga lo que mejor sabe hacer: cocinar. Sin saber muy bien como, en plena cincuentena y con una situación emocional confusa, Dell saca fuerzas para montar su propio negocio: Heartbreak Café, donde da desayunos, almuerzos y comidas. Contra todo pronostico, el negocio se mantiene con dificultades, pero al mismo tiempo la viuda comienza a derrumbarse: necesita saber quién era la mujer con la que Chase le era infiel y la idea no deja de torturarle.

Al mismo tiempo que ocurre todo esto, el lector asiste no solo a la vida y los sentimientos de la propia Dell; sino que también conoce a sus amigos: Boone, Toni, Cuesco, Scratch, Peach y Purdy, un grupo de personas de lo más variopinto y sin apenas puntos en común excepto su amistad con Dell, por lo que todo se vuelve más ameno, ya que la diferencia de vidas, situaciones y formas de ver las cosas son totalmente distintas y uno se ve en la clásica situación en la que rápidamente puede encariñarse con algunos y odiar a otros.

Cuando parece que tanto El café de los corazones rotos como el propio corazón de Dell comienzan a estabilizarse y sanar, Dell recibe otro golpe que no esperaba, con un efecto colateral peor: el banco ha decidido quitarle el local y desahuciarla. Resignada y aceptando el fin de las cosas, la protagonista comienza a recoger los bártulos, pero la gente que la quiere y a la que sin saberlo, ha sanado el corazón, no están dispuestos a perder la cafetería ni a Dell...

El café de los corazones rotos me ha encantado. Es una de esas novelas que para mi llevan todo lo que un buen libro tiene que tener: un ritmo ágil, diálogos, narración y descripción a partes iguales, que tenga un lenguaje cercano y que se traten dos temas imprescindibles: las relaciones y los sentimientos. Si además se le añade la superación, ya tiene mi visto bueno asegurado. 

En este caso, se trata sobre todo de la lealtad. Aunque desde el principio asistimos a una infidelidad, a partir de ahí el peso lo lleva la amistad, la confianza y el apoyo. El libro en sí es un canto a las personas que aunque no tengan lazos de sangre, forman una familia por su incondicionalidad. 

Aunque gran parte de la acción se desarrolla en la cafetería, la comida no es el punto fuerte. Si bien se mencionan mucho los platos que cada uno come o lo que Dell decide preparar, lo que me pareció una sorpresa fueron las recetas que vienen en las últimas páginas. Esto me recordó mucho a los libros de El club de los viernes, con la diferencia de que estas recetas me parecen mucho más sencillas y apetecibles.

Otra cosa que personalmente me ha encantado, es el formato del libro. De tamaño bolsillo, tiene tapas duras pero lomo flexible, y las páginas son finitas, con lo cual es muy agradable para sostener de forma cómoda sin hacer ese pequeño esfuerzo para mantener el libro abierto cuando las cubiertas son flexibles. 

En resumidas cuentas, no es una novela que destaque por su composición, pero sí por su contenido. Es una de esas pequeñas joyas que uno se encuentra a veces entre montones de libros y que no cambiaría por nada. Además tiene un enganche increíble y se lee de forma muy rápida, me fue casi imposible soltarlo hasta que lo terminé. Un diez para Penelope Stokes, que me ha cautivado con su cercanía y ternura.


EL CAFÉ DE LOS CORAZONES ROTOS
-Penelope Stokes-
Zeta Bolsillo, año 2011
PVP. 6,95€




sábado, 18 de febrero de 2012

EL SABOR DE LAS PEPITAS DE MANZANA

Las pasadas Navidades, estuve pegada a los escaparates de varias librerías, y El sabor de las pepitas de manzana era el primero al que se me iban los ojos. Estaba segura de que iba a caer como regalo, pero en su lugar fue otro; así que cuando llegó el Kindle, fue de los primeros que metí.

Lo empecé hace un par de días con toda la ilusión del mundo, y cuando pasé dos páginas ya me había dado cuenta de que ese libro no me iba a gustar. Y efectivamente, me costó ir pasando las páginas y aunque al final mejora, la decepción ha sido grande.

Tras la muerte de Bertha, sus tres hijas –Inga, Harriet y Christa– y su nieta Iris, se reencuentran para leer su testamento. Para sorpresa de todas, Iris es la heredera única de la casa y debe decidir en pocos días qué hacer con ella. Como primer paso, comienza por poner orden en las pertenencias de su abuela.

A medida que va redescubriendo las habitaciones y los rincones del maravilloso jardín que rodea a la casa, Iris reconstruye la historia, tierna y amarga como el sabor de las pepitas de manzana, de tres generaciones de mujeres: su abuela Bertha, que perdió la memoria tras caerse del manzano del jardín; su madre Christa, quien se trasladó al sur del país cuando se casó, manteniéndose alejada de su familia; su tía Inga, la más bella de las tres hermanas, fotógrafa de profesión, que se ha recorrido el mundo, y Harriet, la menor, a quien la muerte de una hija cambió para siempre. Iris descubre secretos familiares y busca respuestas a los enigmas de su pasado. ¿Quiénes fueron los grandes amores de sus tías? ¿Qué secreto guardaba su excéntrica abuela? ¿Y qué ocurrió realmente en la noche del accidente de su prima?

Esa es la sinopsis del libro y la verdad es que lo explica tan bien, que no hay mucho más que decir. Cuando leí las preguntas que se plantean, pensé que la historia entera giraría en torno al pasado y presente de varios personajes, que además tenía que estar casi forzosamente entrelazado, puesto que todos son familia.

Por el contrario, me he encontrado con que eso no es así. Después de la lectura del testamento, todos se marchan excepto Iris, que como heredera, decide quedarse unos días en la casa para decidir si quedarsela o venderla, y en un principio, el segunda opción es la más segura.

Durante un buen rato de lectura, Iris se dedica a recorrer la casa y el jardín, y describe todo. Absolutamente todo: el jardin, los arboles, las flores, la casa, sus habitaciones, las paredes, los muebles, los baúles, la cocina, las ventanas, las bicis, el cobertizo, la puerta de la entrada, el camino que lleva a la esclusa o a la gasolinera... A mi personalmente, este exceso de descripción no suele gustarme nada, pues aunque haya gente que le resulte agradable o incluso poético la descripción del color de una flor, a mi me parece un detalle que sobra. Pero al ser tan extensa la descripción, pensé que la casa tenía un papel fundamental en la historia, y seguí leyendo, un poco (bastante) aburrida.

En la esclusa, Iris se encuentra con Max, el hermano de Mira, que era la mejor amiga de la difunta Rosmarie y compañera de juegos de las dos primas. Poco a poco comienza entre ellos un acercamiento tremendamente previsible, y del que Iris espera obtener respuestas.

Durante el tiempo que pasa en la casa, Iris hace memoria y así sabemos cómo Bertha, su abuela, se cayó de un manzano y fue perdiendo progresivamente la memoria, turbando así la tranquilidad de toda la familia. Las tres hijas de Bertha se ven obligadas a reorganizar sus vidas en torno a la madre, con los conflictos que eso provoca. Y luego está el accidente que acabó con la vida de Rosmarie y terminó de cambiar por completo la vida de esa familia.


Lo cierto es que se tarda demasiado en llegar a saber qué, por qué y cómo. Las descripciones siguen siendo constantes; es más, hay más descripción que explicación de sucesos, hechos e historias familiares que es lo que yo esperaba encontrar. Es como si una historia que en principio promete ser larga, resultara ser muy corta y estuviese metida en medio de una larguísima descripción de una casa y un jardín para ganar páginas.

Los poquitos espacios que se reservan para hablar de la familia en conjunto o de uno en uno, me han gustado mucho. Creo que se podría sacar de ahí una historia mucho mejor, más larga y con mucho más detalle, pues son una familia numerosa y cada uno tiene su historia. Pero precisamente por cómo lo ha hecho la autora, en mi opinión, ha fastidiado el conjunto de la novela.

Respecto a la narración, tampoco ha acabado de convencerme, ya que usa frases muy cortas y noto un abuso de puntos finales, con lo que la lectura se me hace pesada. Y por último, una vez resuelto el misterio familiar, el final es de lo más predecible y peliculero, así que por esa parte, tampoco me ha convencido.

Supongo que yo tengo parte de culpa, por poner tantas expectativas en el libro. Me gustó de entrada al leer la sinopsis, me encantó la portada y leí reseñas hablando muy bien de la novela, pero... No. Resumiendo: creo que es una historia muy buena pero mal contada.




EL SABOR DE LAS PEPITAS DE MANZANA
-Katharina Hagena-
Ediciones Maeva, año 2011
PVP. 19,90€


Video publicado por Ediciones Maeva, en relación con la novela y la autora.




Sorteo Viaja gracias a los libros

Lesincele, del blog Viaja gracias a los libros, nos trae su primer concurso para celebrar que su blog supera los 50 seguidores. 

El premio son tres lotes de libros (terror, clásicos y fantasía) y es de carácter internacional. La participación es muy sencilla, aquí os dejo un enlace a las bases y la explicación. 


Enhorabuena por tus seguidores, Lesincele ¡y muchas gracias por el sorteo!



viernes, 17 de febrero de 2012

LA DOCTRINA DEL SHOCK

Uno de los libros que compré para autoregalarme por mi cumpleaños fue "La doctrina del shock". Después de leer "No Logo" (del que ya escribí la reseña) tenía claro que tenía que leer este libro. Aunque no era el libro que iba a leer, mientras me estaba haciendo el remolón (estoy muy vago para leer) en el cubículo donde trabajo nos juntamos unos cuantos antisistemas y uno de ellos me dijo "te lo tienes que leer". Así que me salté la cola y me lo leí.

Aunque algunos lo califican como una especie de continuación de "No Logo", lo cierto es que a mí me ha parecido mucho más. Como libro es mucho mejor, está mejor redactado, está fenomenalmente documentado (es impresionante que cada dato tenga una fuente en la cual consultarlo) y es increíblemente ágil de leer. Pero, mientas "No Logo" era una descripción de cómo nos manipulan las marcas, "La doctrina del schock" es un resumen de los últimos 40 años de historia.

Y menudo resumen. Totalmente acojonante. Lo que empezó como un libro sobre las torturas en la guerra de Irak terminó siendo un auténtico tratado sobre lo que nos han querido ocultar los últimos 40 años. Es el resumen de la historia que no contarán los libros de texto: golpes de estado, torturas, masacres, guerras, iluminados, miseria y todo lo peor que puede dar el ser humano al servicio del dinero. Que muchos sufran para que unos pocos se enriquezcan.

No entraré en detalles sobre cada uno de los ejemplos que explica y contextualiza (Chile, Argentina, Uruguay, Bolivia, Rusia, Irak, Sri Lanka, EEUU,...) pero en todos ellos se da el mismo patrón: para que se aplique la doctrina económica de la Escuela de Chicago se aplica un shock para que la sociedad civil no reaccione y así unos pocos se enriquecen mientras la mayor parte de la población se empobrece. ¿Os suena? Sí, nos está pasando. Ahora mismo. Pero llevan más de 40 años haciéndolo. Aunque no nos lo contaron en la escuela, ni en la televisión, ni en las preguntas del Trivial. 


LA DOCTRINA DEL SHOCK
Naomi Klein
Bolsillo Paidos, 2010
11,95 €

Documental basado en el libro, en inglés con subtítulos en castellano.

jueves, 16 de febrero de 2012

Sorteo El efecto Star Lux

Esta vez le toca el turno a Rebeca de Winter, y para celebrar que su blog Negro sobre blanco ya cuenta con más de 100 seguidores, trae un sorteo muy apetecible: un ejemplar del famoso libro El efecto Star Lux, de Juan Ballester.

Si quereis participar, no teneis mas que pasaros por su blog y echar un vistazo a las bases, el plazo es hasta el 27 de febrero.

¡Muchas gracias, Rebeca!




miércoles, 15 de febrero de 2012

LAS ARDILLAS DE CENTRAL PARK ESTÁN TRISTES LOS LUNES

Por fin. Es lo primero que he dicho cuando he llegado a la última página. "Por fin he terminado el libro...". Y es que no lo soportaba más.

Cuando leí Los ojos amarillos de los cocodrilos, me quedé fascinada. La historia de Josephine me pareció preciosa y el juego que daban los personajes secundarios no hacían sino mejorar la novela. Me gustó tanto lo que se contaba como la cercanía de sus personajes, que podíamos ser todos y cada uno de nosotros. 

Después llegó El vals lento de las tortugas, y me gustó mucho también. Me pareció una buena idea ver una avance en los personajes: los adultos comenzaban a superarse, los niños dejaban atrás la infancia y ese paso se planteaba de forma sencilla y real. Se añadieron ciertas escenas que no resultaban del todo creíbles, pero sí imaginables y de nuevo, Katherine Pancol creó otra historia con enganche y un éxito en ventas.

Cuando salió la tercera parte, me quedé dubitativa. No me suelen gustar las terceras partes, me parece estirar demasiado una historia y con alguna excepción muy marcada, casi todas las que he leído me han decepcionado. Pero me lo regalaron la pasada Navidad, y ya que los dos primeros me habían gustado tanto, me di la oportunidad.

"La vida, a menudo, se divierte y, escondido en una palabra, una sonrisa, un billete de metro o el pliegue de una cortina, nos entrega un diamante capaz de colmar todas nuestras expectativas. Para Joséphine el diamante podría ser la propuesta de su editor de que escriba una nueva novela, las llamadas de Philippe a las que no contesta o la incondicional amistad de su amiga Shirley. ¿Será Joséphine el diamante de Philippe? ¿Y cuál es el que persigue Shirley? Alrededor de estos tres personajes, todo un abanico de jóvenes -Hortense, Gary, Zoé, Alexandre- buscan también el diamante que ha de cambiar sus vidas para siempre, dejándose guiar por esas pequeñas piedras que van encontrando en el camino. Porque si nos detenemos un instante, si observamos con atención y nos atrevemos a coger lo que nos ofrece una mano tendida, la vida, probablemente, no volverá a cubrirse de tristeza. Ni el sábado, ni el domingo, ni tampoco el lunes…"

Pues bien, lo cogí hace una semana y desde el principio supe que no me iba a gustar. Los personajes son los mismos que en los anteriores libros, no hay novedades en ese aspecto si no contamos con algunos que solo se mencionan de pasada o por rellenar hueco. 

En Las ardillas de Central Park están tristes los lunes, Josephine tiene un papel absolutamente cansino. En el primer libro era una mujer insegura que tiene que salir adelante sola, en el segundo es una mujer insegura y dominada pero que comienza a ver la luz y a envalentonarse ante la vida. A partir de ahí, yo esperaba una Josephine valiente, que ha aprendido la lección (sobre todo porque entre libro y libro pasan dos o tres años, tiempo que considero suficiente para ello), pero por el contrario, sigue regodeandose en la inercia. En esta lectura asistimos a un baile kafkiano, en el que cuando parece que se está superando, de nuevo comienza a subestimarse: "soy fea, soy tonta, no soy nadie, no valgo nada, soy insignificante, soy invisible, no tengo voz, no tengo voto". De pronto se arma de valor y comienza a decir "no", un paso muy importante para ella, pero de nuevo da marcha atrás: "no soy digna del hombre al que quiero, no puedo competir con otras mujeres, no valgo para nada". Agotadora. Josephine es agotadora. Y además se le desarrolla la vena "pastelera", como yo la llamo, e imagina situaciones con Philippe dignas de Romeo y Julieta, las cuales, por supuesto, nunca realiza.

Shirley, su amiga, también se transforma. Se abre al amor de Oliver, un hombre que conoce en Londres, y se le derrumba el mundo. Una paradoja curiosa: una cosa positiva desemboca en otra catastrófica. Más o menos después se explica el por qué de esa catástrofe dando un paseo por el pasado de Shirley, pero como todo en esta novela, tiene un final feliz. Su papel en la historia es menos cargante que el de Josephine, pero me ha resultado muy aburrido.

Añadimos también a Philippe y el papel de calzonazos en el que le veo metido, a su hijo Alexandre, que después de perder a su madre en el libro anterior, apenas tiene protagonismo (como su padre), y la verdad es que me ha dado mucha pena, ya que la pérdida de un padre o una madre a una edad tan temprana me parece algo interesante en lo que ahondar.

Por otro lado están los jovenes: Zoe, Hortense y Gary. La pequeña Zoe, con quince años, se encuentra con que quiere ser adulta pero está más cómoda siendo niña. Se inicia en el sexo con su novio, pero ahí he visto un fallo increíble: mantienen su primera relación y en ningún momento se deduce que hayan usado anticonceptivos. Yo creía que eso iba a dar juego con un embarazo o un retraso, pero en absoluto, el tema no se vuelve a mencionar.

Hortense y Gary, por otro lado, se pasan la novela discutiendo como el perro y el gato y acostándose juntos cuando se reconcilian. La chica sigue en su línea de "soy la mejor, soy única, soy una diva", todo lo contrario a su madre; y Gary busca su lugar en el mundo al principio de forma bastante creíble, pero luego la cosa se desmadra en la misma línea que el resto.

Los únicos que a mi juicio han dado juego en la novela son Marcel, Josiane y Junior; que aunque son tan surrealistas que parecen de ciencia ficción, sobre todo el niño, que es superdotado y la autora ha exagerado eso hasta el extremo, derrochan ternura y eso les salva.

Otra cosa que me ha parecido odiosa son los calificativos de Hortense para con los demás. Rebaja, humilla e insulta constantemente a todos, y como insulto, usa repetidamente la palabra "discapacitado", algo que veo muy desafortunado. Por mucho que exista gente que se comporte así, creo que en ese tipo de novela es algo que sobra. 

Tampoco me ha gustado el popurrí. Como decía, hay un par de personajes secundarios que dan algo de juego porque sus historias conforman vidas paralelas que distraen la atención de los personajes de siempre, pero esto dura muy poco, y me parece que es lo único interesante del libro. Al principio parecía que los capítulos, o los repartos estaban en un orden concreto (cada trozo es un personaje y van en orden), pero no, la cosa va de un lado a otro de forma anárquica, y el lector se puede olvidar de un personaje totalmente hasta que vuelve, o por el contrario, echarlo de menos y que apenas vuelva a aparecer.

Por último, todo me ha sonado muy repetitivo. Había veces que parecía que estaba releyendo fragmentos de los anteriores libros en los que se han cambiado algunas palabras. Ha habido dos detalles finales que han terminado por resultarme muy cansinos. Uno ha sido el uso constante de frases en inglés, muchas de ellas sin traducción. Eso viene sencillamente a que gran parte de la historia se desarrolla en Londres y por lo tanto, han pasado del francés al inglés, pero me ha parecido una tontería totalmente innecesaria. Lo segundo es que en muchas páginas, algunas frases vienen marcadas por un (*), y al pie de página una anotación: *Los ojos amarillos de los cocodrilos / *El vals lento de las tortugas; otra cosa innecesaria ya que si lo que se pretende es remitir al lector a las novelas anteriores, por esa regla de tres, deberían dedicar páginas enteras al tema y añadir los (*) a todas y cada una de las frases...

No me ha gustado absolutamente nada. Hubiese preferido no leerlo, porque al menos así no hubiese terminado por coger manía a los personajes que tanto me gustaron en su momento. Creo que Katherine Pancol ha terminado por fastidiar su obra empujada sólo por el éxito comercial.

Sé que muchos no compartirán está opinión, muy al contrario. He oído y leído varias veces durante esta semana que el libro es buenísimo y que me iba a encantar. Algo tendrá para cuando le ha gustado a tanta gente, pero personalmente, creo que este libro lo único que consigue es cargarse todo el conjunto.


LAS ARDILLAS DE CENTRAL PARK ESTÁN TRISTES LOS LUNES
-Katherine Pancol-
La esfera de los libros, año 2011
PVP. 21,90€