lunes, 31 de octubre de 2011

Fragmento: Nunca miras mis manos

La escritora Susana Pérez-Alonso tiene el don de la expresión y la capacidad de juntar letras y palabras de manera que se convierte en una de las personas que, para mi, más talento tienen para hacerse entender y transmitir emociones en el panorama literario español.

Una vez más, a través de Corina Jacoby, la protagonista de Nunca miras mis manos, tiene la palabra adecuada en el momento adecuado, y un texto extraído de la novela para el día de los difuntos...



(...) Lo decía Cesare Pavese, viento: Verrà la morte e avrà i tuoi occhi.... Así llega noviembre. Siempre se llamó mes de las ánimas. El mes de los camposantos, ese último resquicio de la tranquilidad, de los pájaros serenos y de la gente tranquila. Hay personas sentadas en las lápidas. El mirar ausente. Vacío. Esa expresión tan intensa que amedrenta más que la propia muerte. Vendrá la muerte y tendrá sus ojos. Los de mi padre, un difunto inteligente que siempre renegó de este día de alabanzas. Ese día en el que todos fuimos tan buenos, más que buenos, casi arcángeles. A mi padre lo enterré un día de niebla cerca del mar de Llanes y bien dentro de mi mente, con un ejemplar de Hamlet en el que había prometido arrojar la parte más amarga de mi corazón y vivir más pura con la otra, sin que hasta el momento lo haya cumplido definitivamente. Lo enterré con rosas rojas, sin coronas, sin esquelas. Vendrá noviembre y tendrá el color del frío, sonido de mormera, tos y carraspera. Noviembre es un mes que habla suave. Ni se le oye. Es un mes muerto. Tengo una receta para soportar mejor noviembre. Para soportar la garganta enrojecida por el llanto y los gritos de pesar, viento. Para aclarar la garganta haciendo gárgaras. Se usan flores de malva, manzanilla y salvia. La malva y la manzanilla suavizan la garganta, viento. Dos cucharadas en un litro de agua hirviendo. Se deja reposar el férvido tapado una media hora y se cuela. Ya esta preparado para ponerse a hacer gárgaras. El tratamiento tiene que acompañarse de un prudente silencio, evitando hablar alto o cantar. Nada de respirar por la boca y sí por la nariz. Abstenerse de bebidas alcohólicas y de condimentos picantes y fuertes en la comida. Perfecto para este mes de noviembre. Mes de recogimiento. Es una cura necesaria para soportar una ciudad y unos habitantes representados por un árbol –un carbayu- también muerto. Más simbólico, imposible. Así veo yo la muerte, viento. Vendrá la muerte y tendrá tus ojos...

NUNCA MIRAS MIS MANOS
- Susana Pérez-Alonso -

2 comentarios:

  1. Hola preciosa!! el anillito lo tienen ahora en bijou brigitte^^ precisamente ayer al salir de mis prácticas me pasé por esta tienda y lo vi :D es muy cuco aunque a mi me queda grandecito.. pero tengo los dedos finísimos u.u' me pasa mucho

    besitos♥

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  2. Quiero leer este libro!qué interesante..siempre he amado noviembre.

    Un besazo,

    Tu limón ;)

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Whoever you are, now I place my hand upon you, that you be my poem...

(Walt Whitman, 1855)