domingo, 10 de junio de 2012

Fragmento: Como agua para chocolate

Todos nacemos con una caja de fósforos adentro, pero que no podemos encenderlos solos... Necesitamos la ayuda del oxígeno y una vela. En este caso el oxígeno, por ejemplo, vendría del aliento de la persona que amamos; la vela podría ser cualquier tipo de comida, música, caricia, palabra o sonido que engendre la explosión que encenderá uno de los fósforos. 

Por un momento, nos deslumbra una emoción intensa. Una tibieza placentera crece dentro de nosotros, desvaneciéndose a medida que pasa el tiempo, hasta que llega una nueva explosión a revivirla. Cada persona tiene que descubrir qué disparará esas explosiones para poder vivir, puesto que la combustión que ocurre cuando uno de los fósforos se enciende es lo que nutre al alma. 

Ese fuego, en resumen, es su alimento. Si uno no averigua a tiempo qué cosa inicia esas explosiones, la caja de fósforos se humedece y ni uno solo de los fósforos se encenderá nunca.


COMO AGUA PARA CHOCOLATE
-Laura Esquivel-

11 comentarios:

  1. Precioso.
    No he leído este libro y me acabo de quedar sin palabras.
    Besitos.

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  2. Precioso ¿verdad? Pues casi todo el libro es así, tiene unos fragmentos que te llegan al alma... Lo he leído tres veces, es una bomba de ternura...

    Un beso, Inés!!

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  3. La leí hace ya tiempo. Cómo me había gustado...
    Besos,

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  4. ¡Qué dulce y acertado! La parte del resumen es maravillosa.
    Gracias por compartirlo aquí.

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  5. Qué preciosidad de fragmento!! No he leído el libro, pero me lo apunto desde ya mismo.

    Un beso shakiano!!

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  6. Te puedes creer que yo este libro no me lo he leído?

    Nenita, mi lumbago y yo hemos llegado a la oficina, increíble pero cierto!

    Lo que no sé es cómo voy a hacer para permanecer 8 horas en esta silla delante del ordenado y no morir en el intento, porque son las 9 de la mañana y ya no puedo más de los dolores!!!
    Besos
    Lupa

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  7. Yo tampoco lo he leído pero tiene una pinta estupenda. Gracias por la entrada
    Besos

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  8. Ahhh, tengo una mejor de este libro: "Señor, no es por visio ni por fornisio, sino por dar un hijo a tu servisio", jajaja. El seseo no creo que estuviera en el libro (no lo recuerdo) pero sí en la película. Fuera bromas, me gustó mucho el libro. No me paso ni de soslayo por tu reseña de Cada día... que me convences y leo el libro sin ganas, jajaja. Besos.

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Whoever you are, now I place my hand upon you, that you be my poem...

(Walt Whitman, 1855)