Por eso te escribo.
Porque
no consigo pensar en nada más que en ti.
Y
porque son tantas las cosas que me gustaría darte, desde este mismo momento
hasta siempre, y tengo tanto miedo de no ser capaz que, al menos, si algún día
lees esta carta, sabrás que lo habré intentado con todas, todas, todas mis
fuerzas.
Me
gustaría que estuvieses aquí conmigo ahora, pero eso ya te lo he dicho.
(...)
Me
gustaría, me gustaría, me gustaría.
Me
gustaría haber estudiado un poco mejor mi lengua y haber leído muchos libros
bonitos para escribirte una carta con las palabras más hermosas del mundo: pero
nunca me gustó mucho el colegio. (...) Pero una chica a la que conocí gracias a
este trabajo, que se llama Lidia, me dijo una vez una cosa que me dio que
pensar: <<Cuanto mejor sabes utilizar las palabras, en lugar de acercarte
más, más te alejas de lo que quieres expresar de verdad.>> Así que,
¿sabes lo que te digo? ¡Me alegro de no saber escribir bien para decirte todo
lo que me gustaría!
Me
gustaría, me gustaría, me gustaría.
Darte
todo el chocolate que quieras sin que engordes (está riquísimo, mi preferido es
el que lleva leche).
Que
si tus compañeros de clase se burlan de ti por la razón que sea, pienses que
los que se equivocan son ellos, no tú.
(...)
LA LUZ EN CASA DE LOS DEMÁS
-Chiara Gamberale-
¡Qué bonitos párrafos has elegido!
ResponderEliminar¡Bonito fragmento! Casi lírico...
ResponderEliminarPrecioso fragmento.
ResponderEliminarMe gusta sobre todo el final.
Si se burlan de ti los que se equivocan son ellos, no tú.
Palabras muy sabias.
Besitos.
Me ha encantado el fragmento, sencillamente precioso.
ResponderEliminarUn beso shakiano!!
Muy bonito este fragmento que nos has dejado
ResponderEliminarPrecioso fragmento. :-)
ResponderEliminarMe ha encantado, me has dejado con más ganas de leer el libro:)
ResponderEliminar1beso