Gané este libro en un sorteo que organizó Ediciones Traspiés junto a cinco bloggers, y en mi caso, me dieron el premio Lourdes y Edu, de Libros que voy leyendo.
Es un libro muy cortito, con 77 páginas de novela y otras 7 de ilustraciones de Juan Gonzalo Lerma, y muy buenas en mi opinión.
Siempre en las viejas fábulas seduce la virtud de encarar los asuntos más hondos del alma desde la sencillez de la vida de los animales. Una sombra en Pekín hereda aquella transparencia, la sorpresa y el candor de los antiguos fabulistas para hablar, ahora, de la gran ciudad, de la soledad y del paso del tiempo con personajes de carne y papel que tienen nombres de animal: la tortuga, cuya fortuna arruinó un tiburón, que ama a una rana y desama a una paloma . En la época indefinida donde ocurren los cuentos, en un país —China— tan lejano en los mapas como inmediato en los sentimientos, un anciano afinador de pianos describe con la caligrafía de su presente el vacío que ha sido su vida desde que salió de su pequeña ciudad para emigrar a la metrópoli. Una fábula que recurre a la ambientación más distante para dibujar con mayor exactitud el retrato de nuestro tiempo.
Cuando leí la sinopsis, y aficionada como soy a la cultura china, creí que el libro serían relatos cortitos de fábulas orientales. Pero me equivoque completamente.
Wu Gui es un anciano que al final de su vida regresa de Pekín al pueblo que lo vio nacer. En un vertedero donde antaño había un prado con árboles frutales, se sienta junto a un piano roto y comienza a escribir en un cuaderno el recuerdo de su vida.
Asistimos a la rápida historia de un hombre que siendo niño, aprendió de su padre el oficio de afinador de pianos. Años después llegan al pueblo los pianos eléctricos, el joven se ve en la circunstancia de abandonar de forma triste su pueblo y se marcha a Pekín a continuar con su labor. Pero las cosas en la gran ciudad no son como él había imaginado, y una vez más, ve su ilusión frustrada y comienza a trabajar en una fábrica, donde pasan los años, hasta que termina por volver al pueblo.
La historia se cuenta en saltos temporales. Wu comienza la narración en la actualidad y a medida que llena el cuaderno, va saltando al pasado y volviendo al presente, donde en el mismo vertedero conoce al vigilante, que a cambio de que arregle el piano y toque algo para él, le consiente pasar las noches allí y compartir su comida.
Me ha encantado, porque por increíble que parezca, en las 77 páginas que dura el relato, cabe toda una vida. No sé si es lo que el autor quería transmitir, pero lo que yo he sentido al leerlo ha sido la vida triste y gris de un hombre que elige la comodidad a la lucha. Prefiere acomodarse en una vida simple y sin complicaciones que no le aporte nada, a pelear tanto por algo que quería hacer como por las pocas personas que le rodean y llegan a quererle.
El mensaje me ha gustado porque creo que es precisamente el tipo de cosas que todo ser humano debería evitar. El hombre, a pesar de haber elegido su vida y ser consecuente con sus acciones, me ha provocado lástima y una ligera sensación de malestar hacia la idea de desperdiciar así una vida.
Además, los personajes forman un grupo variopinto en el que cada uno tiene su papel, no sólo en la historia, sino en la vida en general. El autor ha sabido plasmar muy bien diferentes tipos de personas y por tanto, diferentes actitudes ante la vida, siempre en función de nuestra posición y circunstancias.
Al final del libro, las ilustraciones, junto a una nota explicativa, terminan por aclarar algo que el lector no se esperaba, cerrando así un circulo de una forma estimulante y que entonces sí da pie a la fábula.
UNA SOMBRA EN PEKÍN
-José Ángel Cilleruelo-
Ediciones Traspiés (Colección Vagamundos), año 2011
PVP. 12,00€
Y sin embargo, aunque cada uno trate de escapar
de si mismo como de una prisión que lo encierra en su odio,
hay en el mundo un gran milagro,
yo lo siento: toda vida es vivida.
-Rainer Maria Rilke-
(El libro de la peregrinación)
Yo también lo gané pero en el blog de Jesús. Aún lo estoy leyendo y me está gustando mucho. Tengo que ponerme las pilas porque hay que publicar la reseña. Tú sí que te las has puesto, ¡qué cumplidora has sido! Preciosa tu reseña. Bss.
ResponderEliminarEs que me estreso solo de pensar que las reseñas tienen fecha límite... Soy como los gatos!!
EliminarGracias reina! un beso!
Se ve muy interesante. Intentaré conseguirlo este año. ¡Felicidades por la reseña!
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues mira, debe ser de esos libros en los que coincidimos cuando se alinean los planetas! Creo que sí te gustaría!
EliminarUn beso!
Lo lei este fin de semana y me gustó mucho también, es bonito el mensaje que contiene y la forma en que está escrito, me sorprendió bastante
ResponderEliminarun beso!
Ya he leído más reseñas positivas sobre este libro así que habrá que animarse a leerlo, que además es cortito. Un beso
ResponderEliminarSe lee de un tirón, sin duda! :*
EliminarQué buena pinta, me has dejado con ganas de más y encima es pequeñín...perfecto para llevarlo en el bolso!
ResponderEliminarMe lo apunto!
UN saludo!
Eso sí, es muy cómodo de llevar... Ni lo notas! Un beso!
EliminarMe alegro de que te haya gustado, la verdad es que en 77 páginas ofrece una bonita historia
ResponderEliminarbuena reseña
un besote!
Muy buena reseña. Yo también lo gané,en el blog de Meg, y me ha encantado este libro. Una gran sorpresa.
ResponderEliminarBesotes!!!
Huy, un relato largo de esos que me encantan. Me lo apunto
ResponderEliminarBesos
Me ha llamado muchísimo la atención ésta entrada porque Jose Ángel Cilleruelo fue mi profesor de literatura castellana en Bachillerato!!
ResponderEliminarRecuerdo que me hizo vivir la pasión por los libros de una manera que jamás había conocido, es tanto que incluso nos hizo leer gran parte del Quijote y consiguió que la disfrutáramos mucho.
Me apunto éste libro para próximas lecturas, ¡sin falta!
¡Besitos!