viernes, 25 de marzo de 2011

LA DECISIÓN MÁS DIFÍCIL

Mi tía y yo tenemos la mala costumbre de cambiarnos (digo cambiarnos por no decir mangarnos descaradamente) los libros. No quiero ni pensar la cantidad de libros míos que hay en su casa, aunque claro, yo tampoco me quedo corta con los suyos... La decisión más difícil es uno de ellos, que una tarde vi en sus estanterías y me faltó tiempo para cogerlo, correr al coche y volverme a casa para leermelo (ese y otros siete, ejem...)

La autora, Jodi Picoult, pone el dedo en la llaga metiéndose de lleno en una cuestión ética: concebir un hijo con fines médicos para salvar la vida de otro enfermo. ¿Amor, justicia, conveniencia? 

La novela habla de Anna Fitzgerald, una adolescente de trece años que ha pasado innumerables veces por el quirofano y ha sido donante de cientos de transfusiones de sangre para su hermana mayor, Kate, enferma de leucemia. Anna fue genéticamente seleccionada para ser la perfecta donante de su hermana, papel que no deja de desempeñar desde su nacimiento. Pero llega la edad de las preguntas y el momento en el que Anna toma conciencia propia de lo que es su vida, y se pregunta quién es en realidad, que valor tiene como persona independientemente de su hermana; toma una decisión que pone a jaque a toda su familia.

¿Es un hijo genéticamente seleccionado para una determinada función tan amado como otro que se tiene por amor? ¿Es justo obligar a una persona desde su nacimiento a ser "responsable" de la salud de otro? ¿Hasta que punto unos padres son intolerantes con un hijo por otro? ¿Tiene Anna derecho a decidir lo que hace con su vida sin temor a represalias? 

Mientras que la introducción y desarrollo de la novela son bastante predecibles, el final es sorprendente, al menos para mí. Me ha parecido una novela estupenda, que es imposible que deje al lector indiferente, y con la capacidad de hacernos respirar cada rato el mismo aire que Anna, que Kate y los padres de las niñas. 

Me parece una novela muy interesante, ya que es el típico tema que si no te toca de cerca, normalmente no te paras a pensar en ello; narrado de una forma extraordinaria y sin un solo parrafo prescindible. No he leído nada mas de la autora, pero si cae algo en mis manos, no me lo pienso.

LA DECISIÓN MÁS DIFÍCIL
-Jodi Picoult-
Editorial Planeta (Zenith/Planeta) Primera edición del año 2006
(La edición está actualmente descatalogada)



·En el año 2009, la novela fue llevada al cine. Aquí dejo el trailer con subtítulos en español.

·Web oficial de Jodi Picoult.

7 comentarios:

  1. Para mí, es un gran acto de amor, de hecho, uno de los mayores. Nacer con un don que salva la vida de otra persona. Da igual de dónde provenga ese don, el tenerlo hace posible que una familia, en vez de sufrir (e incluso perder) un hijo, puede disfrutar de tener dos y sanos.
    Si cada uno de nosotros no usaramos nuestros dones por plantearnos si solo nos quieren por ellos o de dónde vienen, el mundo sería un lugar más triste e insolidario.
    Aunque solo es mi opinión.

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  2. Un acto de amor ¿hacia quién? Porque claro, hacia el hijo enfermo está claro que lo es, ¿y has pensado en como se siente el hijo concebido para ese fin? Su vida es una serie de obligaciones impuestas por terceros que de alguna manera anulan su voluntad...

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  3. Un acto de amor de los padres hacia el hijo "creado". Un acto de amor del hijo "creado" hacia su el hijo enfermo. Un acto de amor del hijo enfermo hacio su hermano "creado". ¿Cómo se siente? Bueno, imagina que eres una persona tan inteligente que podrías curar el cancer, y como desde pequeño ven que eres un genio te preparan para ello, ¿lo harías? ¿curarías el cancer aun sabiendo que todo ha estado encaminado para ello y que te recordarán por ello? ¿eso te hace menos querido? ¿no es egoísta dejar de hacer algo bueno porque puede llegar a parecer que te han dirigido a ello? De dónde provengan los dones es indeferente, usarlos es casi una obligación ética, primero hacia uno mismo, por hacer algo simplemente por el hecho de que está bien, y segundo, porque debería ser obligación de todos hacer del mundo un lugar mejor.
    Aunque, lo dicho, es solo cómo veo las cosas.

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  4. Muy Koldo la opinion, sin duda... En otra situación estoy segura de que mantendrías la postura aun leyendo el libro, pero esta vez tengo dudas... ¿Te lo paso cuando nos veamos y después lo volvemos a hablar?

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  5. Sí y no, pq aunque es un acto de "amor" hacia el hijo enfermo, es una actitud egoísta, procrear para salvar, aunque suene contradictorio, pq el hijo que viene, sólo viene para ese fin, no pq se desee sin más. pero yo haría lo mismo.
    Ahora estoy liada con uno de fantasmas de barcelona.

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  6. De acuerdo, lo leo y lo hablamos.
    Soy de opinión cambiante pero no sé, en esto, es que igual para mí, por mi profesión, la selección genética es algo intrínsicamente bueno. No sé, es como si a las dos os pareciera "mal" que alguien nazca para salvar la vida de otra persona. Solo es dar sangre o algo similar cada cierto tiempo, hay padres que tienen más hijos para que no estén solos (los padres y los hijos) y eso se asume como normal, pero no sé si tenéis ciertos reparos con hacer lo mismo con la biología. Lo veis como que nace como medicina, pero es más nace y además puede salvar la vida de otra persona. Es tan generoso.

    pd En barna hay muchos fantasmas. Y la mayoría de carne y hueso.

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  7. Lo he leído y... me ha dejado bastante frío. Me siento estafado.
    El libro en general me parece flojo, me sobra más de la mitad del libro (lo de Jesse y el rollito Izzy-Julia-Campbell), y bastante tramposo. A mí no me parece que trate sobre los bebes a la carta, ni sobre si se puede obligar a alguien a mantener a otra, etc. Me parece más bien una película de sobremesa de antena 3, con el aderezo melodramático de la niña que es obligada a salvar a su hermana. Y el final me parece de lo más tópico para redondear un melodrama lleno de lugares comunes y, sobre todo, situaciones exageradas.
    No voy a entrar en las pequeñas grandes meteduras de pata que hay en libro, por ejemplo, los principios de la bioética son cuatro o que los principios de la declaración de Helsinki se las salta a la torera. Relacionado con esto último está lo de quién decide en el caso de una niña de trece años. Como esto pasa en EEUU no tengo ni idea cómo funciona allí, pero aquí desde los trece hasta los dieciséis, aunque deciden los padres, los niños tienen que ser consultados (y su opinión tenida en cuenta, claro). Y esto último en el libro se lo fuman con dos frases. Además, sea la edad que tenga, y aunque decidan los padres, a los niños hay que explicarles las cosas para que las entiendan. Y en el libro no llega estar muy claro eso.
    No sé, a mí no me parece que sea un libro que de mucho qué pensar. Es la enésima historia de una familia que lo pasa mal y que le añaden aún más dramas para que nos den penita.

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Whoever you are, now I place my hand upon you, that you be my poem...

(Walt Whitman, 1855)