miércoles, 8 de junio de 2011

Yo ya lo sabía...

Ayer escuché parte de una conversación. Una mujer le preguntó a un hombre:

-¿Y habéis llegado a alguna conclusión?

Y él dijo:

-Siempre se llega a conclusiones.


(Ow yeah!!)

Y ya está. No hay ninguna revelación universal en ese trozo que escuché pero a mi me dio por pensar.


Yo estoy convencida de que hay personas que nacen con conclusiones. Algunos no, algunos somos menos afortunados y tenemos que rompernos la cabeza para llegar a sacarlas, sobre todo cuando nos esforzamos en que estas sean lo más cercanas posibles a la realidad, y eso contando con que las conclusiones son objetivas. Pero como digo, estoy segura de que algunas personas nacen ya con las conclusiones en el cuerpo, como los óvulos en el caso de las mujeres: los sujetos en cuestión nacen con ellas dentro y las van "expulsando" a lo largo de su vida, sin mucho esfuerzo. Vamos, que las van desbloqueando al estilo Mario Bross: si llegas al final de la pantalla y bajas la banderita ¡tachannnnnnnnnnnn! ¡Pasas a la siguiente partida! (Y si no, no pasa nada, que para eso Nintendo creó esas moneditas que flotan en el aire para dar saltos y acumular vidas sin retroceder).


Y la verdad es que eso me fascina y me repatea a partes iguales. Porque claro, yo llego a una conclusión y estoy contenta, ¡¡que he descubierto América!! Y entonces llega uno de esos sujetos, un Mario Bross, y me suelta: "¿Y ahora te enteras de eso? Eso lo tenías que haber sabido hace mucho...". Y tienes suerte si no añade: "Como yo".

Ahí le tiraba un zapato a la cabeza que le quitaba dos vidas. 

Hay momentos en los que cruzarte con esas personas no te afecta para nada, les escuchas, les dejas hablar y luego les mandas a paseo en su Yoshi. Pero otras veces te pueden hundir en la mierda y es entonces cuando lo mejor es tenerlos lo más lejos posible. O eso, o no contarles tus conclusiones. Y yo he decidido mantener las mías (casi) en estricto secreto, porque visto lo visto...

Lo cierto es que uno nunca sabe dónde se le va a aparecer un Mario Bross o una Princesa Peach (excepto en un salón manga) pero son sujetos fácilmente identificables. Si empiezas a contar algo y te escuchan atentamente sin hacer preguntas, mirándote fijamente y con expresión de interés... ¡Malo! Porque están esperando que te calles para soltar el hachazo, ahí tenemos a un probable Mario/Peach en potencia.  

Hay quien te lo pone aun más fácil y cuando aun no has terminado de contar la anécdota que te va a llevar a explicar tu conclusión, va y te suelta "Vale, ¿y a qué conclusión has llegado?". Danger!! Estos ya no solo te sueltan la frasecita, sino que encima te la re-argumentan aplastando tus argumentos y soltándote algunos que les salen de las tripas. Total que se quedan más agusto que el pipas y tú te vas a tu casa destrozado porque no has descubierto ni América ni Villabotijo del Cencerro, y sobre todo, te vas cagándote en Nintendo.


Y hablo de conclusiones porque de tanto leer, no puedo evitar sacarlas a destajo. Yo tengo conclusiones apuntadas en cuadernos, en libretas, en post it, en papeles que luego me voy encontrando por todas partes. ¡Y me gusta hablar de ellas! Porque si leer es lo que más me gusta y encima entre las páginas encuentro revelaciones, pues me pasa como a Jesucristo: que tengo que compartir el mensaje. Y encontrarte con un espécimen de esos, como que te fastidia bastante el momentazo.


Así que la conclusión de todo esto es que porculeros y porculeras hay en todas partes, y si lee esto alguno de esos Marios o Peach, que vengan a decir "Yo ya lo sabía".



7 comentarios:

  1. Afortunados los que tienen conclusiones para todo y afortunada tú de llegar a ellas aunque algunos digan que tarde. Por mi parte mientras más intento averiguar menos sé. En vez de llegar a conclusiones me he dado cuenta que solo me surgen más dudas y preguntas. Aunque, supongo, que habrá mucho que esto ya lo sabían.

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  2. Creo que el tema está en no intentar encender la luz, sino en darte cuenta de cuando se te enciende la bombilla... Pero vamos, que eso la mayoría ya lo sabía, llu nou...

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  3. Vamos, que la mayoría da asco. Pero, claro, eso ya lo sabían. Y si lo sabían... ¿por qué siguen dando asco? Ves, a mí no me surgen más que dudas...

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  4. Porque si no, no duermen tranquilos. es la única conclusión a la que he llegado. Pero ¿ellos lo sabrán? Ahá!!!!!!!!!

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  5. No es por joder, pero seguro que alguno saldrá "eso ya lo sabía". siempre salen. son como las moscas, aparecen de la mierda para dar por culo.

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  6. y se frotan las pat... las manos de manera sospechosa. me pregunto si también cagarán conclusiones y de qué color serán...

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  7. igual en vez de mierda por el culo les sale un papel con todo escrito. o depende del color de la mierda deciden qué decir. pero alguno eso ya lo sabía.

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Whoever you are, now I place my hand upon you, that you be my poem...

(Walt Whitman, 1855)