La librería de las nuevas oportunidades encabezó mi lista
desde que supe de su existencia, y ya no por la portada: sólo por el título. Cuando por fin llegó a mis manos, aceleré la lectura
anterior todo lo que pude (La seducción de un gintonic, que no he reseñado) y
aparté todo lo demás.
Érase una vez una vieja librería en la pequeña y lluviosa isla de Shelter…
A ese lugar tan especial, donde los libros parecen tener vida propia, llega un día Jasmine, dispuesta a hacerse cargo del negocio mientras la propietaria, su tía Ruma, viaja a India para curar su corazón cansado. Sola en medio del polvo y el desorden, la joven intenta dar un toque de modernidad al local colocando títulos nuevos y llamativos en el escaparate, pero muy pronto los clásicos de siempre imponen su presencia, y los autores vivos y muertos revolotean por las estanterías dejando oír su voz. Así Jasmine vuelve a descubrir a Shakespeare y a Edgar Allan Poe, y no solo eso: la chica aprende a escuchar a sus clientes, a comprender lo que de verdad buscan en una novela o en un manual de cocina, y acabará encontrando al hombre con quien compartir todos los libros de su vida. La librería de las nuevas oportunidades es a la vez una fábula romántica y un homenaje a la buena literatura, porque a menudo es ahí, en las páginas amarillentas de un libro olvidado, donde están las palabras que cambiarán nuestra vida.
Jasmine hace un año que se divorció y aun no lo ha superado
del todo. La actitud de su ex marido no ayuda y en el momento en el que más
perdida y desorientada se encuentra, recibe una carta de su tía Ruma en la que
le pide que se haga cargo de su pequeña librería durante el mes que ella tiene
planeado pasar en la India. La chica accede a regañadientes, sin mucha ilusión y sin
muchas ganas de volver a casa de sus padres y al pueblito donde se encuentra la
librería. Sólo con la esperanza de desconectar un poco, hacer un favor a su tía
favorita y poner sus ideas en orden, hace una maleta y se planta allí.
Al principio las cosas comienzan de forma desastrosa para la
protagonista: la librería es antigua, caótica, desordenada, sin un plan de
ventas y llena de polvo. Nada más cruzar el umbral, un hombre comienza a
coquetear con ella y por si fuera poco, su tía le dice que debe quedarse a
dormir allí (la librería y el piso superior donde vive Ruma componen el pequeño
edificio) porque si no, la casa puede enfadarse.
Jasmine escucha las instrucciones de su tía como quien oye
llover: interiormente está pensando en la forma de redecorar la librería, crear
un plan de ventas efectivo y modernizar el local. Además no tiene ninguna
intención de dormir sola en una casa tan antigua y extraña…
Pero después de un
sucesos sin aparente importancia pero que desestabiliza a Jasmine,
termina por trasladarse a la vieja casa de su tía. A partir de ahí se traza la
línea que va a dividir un antes y un después en la vida de la protagonista.
Personajes literarios, visitas extrañas, personas
inesperadas y lecturas y lectores varios conforman lo que supone el
imperceptible cambio de vida de una persona que lo necesita. La autora ha
sabido explicar de una forma metafórica y extremadamente tierna el poder de los
libros a la hora de cambiar y salvar vidas.
En la novela se mezcla la realidad y situaciones que pueden
ocurrirnos a todos con fantasía, ilusión y magia. Sobre todo magia. Y lo llamo
magia porque el libro puede caer en manos de escépticos que dirían “imposible” de
forma rotunda, puede caer en manos de otros que digan con una sonrisa “vaya
imaginación”, y puede caer en manos de otras personas que como yo, lo ven
imposible pero necesario: magia.
Decir más sería destripar el libro, porque es bastante
finito y todo va totalmente enlazado. Es una historia que engaña, de esas que a
simple vista parece algo predecible y pequeñito y al abrir la puerta uno
descubre un fondo inmenso y mil rincones llenos de colores que explorar,
entender y sobre todo, sentir. He sonreído (no me he reído, no es una novela de humor), he
llorado (klinex en mano sin soltarlo), he vuelto a sonreír y hasta me he puesto
nerviosa.
La narración es muy fluida, se lee rápido, no hay problemas de un exceso temprano de nombres ni da pie a ningún tipo de confusión entre personajes, lugares o situaciones. El lenguaje es muy cercano y cargado de ternura, lo que le hace al lector sentirse aun mas cerca de la historia y los personajes que la componen.
Hace poco alguien me dijo que yo no reseño, que hago
comentarios de texto. Que lo que escribo es una sinopsis del libro igual que
las contraportadas. Estuve dándole vueltas hasta que llegué a la conclusión de
que las opiniones son como los culos: todos tenemos el nuestro.
Y digo esto porque para quien quiera leerlo y para quien
sienta que debe hacerlo, lo que he escrito es suficiente para entender que La
librería de las nuevas oportunidades se compone sobre todo en esperanza y
sentimiento, mucho sentimiento, por parte del libro y del lector, de manera que
se mezclen durante la lectura y el resultado sea sencillamente, intenso.
LA LIBRERÍA DE LAS NUEVAS OPORTUNIDADES
-Anjali Banerjee-
Editorial Lumen, colección Libro a Libro, año 2012
PVP. 17,90€
Hay personas para las que leer supone la diferencia entre la felicidad y la desdicha, la esperanza y la desesperación, la vida y la muerte.
(La tía Ruma)