Después del palazo que me llevé con La sonrisa de las mujeres, ni se me ocurrió pensar que Barreau publicaría más libros. Que lo hiciese sería lo lógico, siendo como ha sido un superventas, pero no lo esperaba tan pronto.
Y esta vez también me pudieron las ganas. Esa ilusión sin base, no sé si por la portada, por el título (que me tiene enamorada), o por la esperanza de que el autor haya evolucionado y así mejorado la especie... Pero muy a mi pensar, en mi opinión, no lo ha hecho.
El atractivo Jean-Luc Champollion es el propietario de una galería de arte en París. Acostumbrado a tener éxito con las mujeres, su única ambición es disfrutar de la vida en compañía de hermosas damas y de Cézanne, su adorado perro dálmata.
Un día, Jean-Luc recibe una misteriosa carta de amor... sin remitente. Intrigado, acepta el juego que le propone la desconocida y, sin pensárselo dos veces, inicia con ella una deliciosa correspondencia por e-mail.
Por supuesto, lo único que quiere es descubrir la identidad de esa mujer que tantos detalles conoce de su vida y a la que nunca ha visto en persona... ¿o tal vez sí?
La sinopsis respeta perfectamente el contenido sin desvelar nada, por lo que puedo tirar de ello. El libro me recuerda en conjunto enormemente a La sonrisa de las mujeres: el escenario es París, concretamente en los rincones más bellos de la ciudad. Los restaurantes acogedores están siempre presentes, aunque si bien en este libro no tienen tanto protagonismo, no dejan de ser un punto de encuentro muy concurrido.
La belleza en general se nota que es la debilidad del autor: procura transmitirla en cada página. Los personajes, tanto hombres como mujeres, están retratados como personas con un físico muy agraciado; el arte y sus expresiones de belleza son un pilar y el juego de cartas de amor está cargado de palabras bonitas. No existe un solo rincón en el que se halle ordinariez, fealdad o sencillez. Es más, para mi indignación hay un momento en el que el protagonista pone en duda la belleza de su escritora desconocida, y le preocupa el grado de fealdad que pueda tener...
Jean-Luc es el típico hombre guapo, independiente, con dinero y mujeriego. No es el clásico don Juan que va ligando como si le fuese la vida en ello; más bien es un hombre guapo y atrayente que no rechaza la compañía femenina cuando surge, cosa que ocurre muy a menudo. Este soltero de oro se hizo de adolescente la promesa de no escribir cartas de amor nunca más, después de llevarse su primera decepción amorosa.
Y es en ese momento cuando recibe la carta de esa misteriosa mujer que tan bien parece conocerle. Lo que al principio parece un juego, comienza a obsesionar a Jean-Luc, de manera que todo gira en torno a descubrir quién es ella, mientras que de manera previsible, se va enamorando.
Hay varios personajes secundarios que tristemente, carecen de peso. Los personajes masculinos son complementarios, de relleno; mientras que las mujeres asumen una mayor importancia porque todas y cada una de ellas podrían ser la misteriosa escritora de cartas y el lector tiende a jugar al detective: esta sí, esta no, esta podría ser...
No es hasta la última página cuando el lector descubre realmente quién es ella; y digo realmente porque al igual que el otro libro, este es extremadamente previsible. Si el lector pone la suficiente atención a los detalles, es realmente sencillo saber casi desde el principio quien es ella, con muy muy muy pocas posibilidades de equivocarse.
No es hasta la última página cuando el lector descubre realmente quién es ella; y digo realmente porque al igual que el otro libro, este es extremadamente previsible. Si el lector pone la suficiente atención a los detalles, es realmente sencillo saber casi desde el principio quien es ella, con muy muy muy pocas posibilidades de equivocarse.
Si bien la lectura es muy ágil, con un lenguaje cercano, bonito y con un gran enganche, Barreau vuelve a fallar en el punto que tanto me decepcionó con La sonrisa de las mujeres: el final es muy flojo, muy peliculero, y valga la redundancia: muy previsible.
Sí lo recomiendo, como novela Kit-Kat, pero también recomiendo que la lectura sea sin grandes expectativas, porque esta novela es más digna de guión de película que de novela revolucionaria.
ME ENCONTRARÁS EN EL FIN DEL MUNDO
-Nicolas Barreau-
Editorial Espasa, año 2012
PVP. 19,90€